La situación de la selección chilena se complica aún más tras la reciente decisión de Carlos Palacios de renunciar a la convocatoria para el partido ante Colombia, alegando "problemas personales". Esta noticia llega en un contexto de creciente malestar tras la última derrota ante Brasil, que dejó a Chile en el fondo de la tabla de las Eliminatorias Sudamericanas, a seis puntos de la zona de repechaje.
La salida de Palacios ha desatado una ola de críticas, tanto en el ámbito nacional como internacional. En Chile, algunos medios especulan que su decisión está relacionada con la cercanía del crucial partido de Colo Colo ante Unión La Calera, que podría influir en la lucha por el título en el campeonato local. A pesar de argumentar cuestiones familiares, su rápida reaparición en los entrenamientos de Colo Colo ha levantado suspicacias sobre sus verdaderas motivaciones.
El entrenador Ricardo Gareca, quien ya enfrenta presiones por los resultados, no ha ocultado su descontento. Durante una conferencia de prensa, afirmó que espera jugadores comprometidos al cien por ciento con la selección, y sugirió que la situación podría ser un malentendido. En un intento por mejorar la cohesión del grupo, Gareca decidió suspender la práctica del miércoles para mantener conversaciones directas con sus jugadores.
Carlos Palacios, quien previamente había manifestado su deseo de enfocarse en el éxito con Colo Colo, ha dejado claro que su prioridad es ganar el campeonato local y, potencialmente, buscar una salida al fútbol extranjero. Este episodio no solo refleja la tensión actual en la selección chilena, sino que también plantea dudas sobre el futuro del proceso de Gareca al frente de La Roja.