Ya alejado de la selección de Uruguay por su retiro, Luis Suárez dio detalles de su mala relación con Marcelo Bielsa y afirmó que durante la Copa América de Estados Unidos algunos futbolistas se plantearon no continuar en la Celeste. Además, contó cómo es el día a día en el Complejo y afirmó que los empleados no los pueden ni saludar.
“La relación con Bielsa era solo profesional”, afirmó Suárez en una entrevista en su país y aseguró que la “primera conversación a nivel personal” que tuvo con el entrenador argentino fue recién antes de la incorporación a la Copa América. “Un diálogo en un entrenamiento por una presión que estaba haciendo y una conversación que tuvimos en La Bombonera en el entretiempo con una situación que pasó con Darwin (Núñez) fueron los únicos diálogos que había tenido con él hasta que me convoca para la Copa América”, reconoció.
Suárez admitió que “irme con el cariño de la gente me dejó más que tranquilo" y destacó: "No me quería ir de la forma que se fueron algunos de mis compañeros, que es una lástima, tuve la suerte, el privilegio, de irme así: con la gente, con mis hijos, con mi familia, rodeado de la gente que me apoyó todo ese tiempo”. Luego, liquidó al Loco.
“Todos sabemos que no es de lidiar con los supuestos líderes o jugadores con experiencia, no le gusta, preferí evitar todo eso porque estaba la selección por encima. No quería meterme en ese momento, que era partícipe de la selección, no quería ser partícipe de un problema", respondió Lucho a la pregunta si intentó hablar con el Loco sobre algunas situaciones que ocurrían.
Y destacó: "Sí sugirieron algunas cosas que a él no se las dije, pero las daba a entender, y parecía que era preferible callarme para evitar un roce. Hubo algunas situaciones en la Copa América que se generaron, que duelen. A mí me dolieron mucho las situaciones que pasaron en la Copa América. Y había que callar por respeto a la selección”.
Una de estas situaciones que ocurrieron en la Copa América fue un maltrato que sufrió Agustín Canobbio (hoy en Paranaense) y que Suárez se encargó de contar: “No fue de alcanzapelotas que lo puso, sino que lo puso en la parte de los sparrings, dando los pases que daban los sparrings y los sparrings a hacer los movimientos que tenían que hacer los jugadores. Y a un jugador que está entre los 26 de la Copa América, no lo podés hacer partícipe como si fuera un sparring. Molesta. Lo entiendo a Agus, lo voy a bancar en esta, es entendible y bastante se contuvo. Es normal que llegara a esa situación”.
“Los jugadores van a llegar a un límite, van a explotar… En la Copa América hubo compañeros que se plantearon hasta ‘Luis, juego la Copa América y no juego más’. Compañeros. Y vos te ponés a pensar y decís: ‘Estamos llegando a un punto difícil’. Después se te va, te sana todo eso, y vas porque querés a tu país, querés a la selección, y todos morimos por representar a nuestro país”, agregó el futbolista del Inter Miami.
La intimidad de Uruguay en el Complejo Celeste
Suárez, además, en la entrevista dio detalles de lo que también sucedía en las concentraciones y se lamentó por el clima que ahora se vive en las instalaciones del seleccionado charrúa.
“A los utileros, a los fisios, a los cocineros, a la gente del Complejo del encantaba trabajar con el Maestro (Tabárez), con el profe Ortega, con el Tornado Alonso de la exigencia que tenían. De tráeme un cono para acá, un cono para allá. Encantando de la vida lo hacían. Se dormían a las cuatro de la mañana, se levantaban a las nueve. No es eso. Es lo de por lo menos después déjame disfrutar mi momento. Dejame que estoy acá con Luis, con Fede (Valverde), con Josema (Giménez), con Nico (De la Cruz)… Estoy trabajando para ellos y lo disfruto. Todo eso se perdió hoy en día en el complejo”, relató Suárez.
“En mi última convocatoria estaban jugando al truco y veía que pasaban por atrás y miraban a ver quiénes eran los que estaban jugando al truco. Hay cosas que me llaman mucho la atención. Ibas al Complejo y no te miento, estabas almorzando o merendando, veías las teles prendidas mirando fútbol. Hoy hay una tele escondida, todo apagado, todo en silencio. Es como que entrás y decís ‘a dónde estoy entrando’”, agregó.
“A los empleados nos los dejan pasar y saludar y comer con nosotros. Se tienen que cuidar hasta la puerta donde tienen que entrar. Me parte el alma que en Complejo se viva así hoy”, continuó Suárez y mandó un mensaje: “El día de mañana le pido a la gente que no se la agarre con los jugadores si algo no anda bien. Bielsa ha separado a todo el grupo hasta de la forma que tiene de entrenar”.
Por último, Suárez contó una situación que sintetizó la relación entre el plantel y Bielsa: “Muchos jugadores hicieron una reunión para pedirle al entrenador que por los menos nos dijera buen día, ni saludaba”.