Boca Juniors no se baja del mercado de pases. Todo lo contrario, ahora más que nunca va a fondo para cerrar a su cuarto refuerzo y así potenciar a un plantel que ya incorporó a Cristian Lema, Kevin Zenón y Lautaro Blanco. Y el apuntado, como desde hace semanas ya se sabe públicamente, es Carlos Palacios, el delantero chileno que se desempeña en Colo Colo pero cuyo pase pertenece al Vasco Da Gama.
Lo que hasta hace días era una negociación informal, ahora tomará otro camino gracias a la salida de Bruno Valdez a préstamo a Cerro Porteño. ¿Por qué es un factor clave? Por un lado, porque el adiós del paraguayo (con opción de compra de 2.500.000 dólares si disputa el 50% de los partidos de la temporada) le otorga una extensión al Xeneize para sumar otro futbolista hasta el viernes 9 de febrero (el mercado cerró el 2); y por el otro, ya que consecuentemente libera ese cupo de extranjero que necesitaba para poder apretar el acelerador en busca del punta de 23 años.
Sin ir más lejos, ese es el plan que por estas horas está gestando el Consejo de Fútbol. A contrarreloj, teniendo en cuenta que solo le quedan tres días para abrochar el acuerdo, la intención es presentar una oferta formal (rondaría los 3,5/ 4 millones de dólares) entre martes y miércoles para quedarse con los servicios de quien ya manifestó su deseo de ponerse la azul y oro con un elocuente "es impobile decirle que no a Boca".
La traba principal es que el Cacique, dirigido justamente por el exentrenador azul y oro Jorge Almirón, no tiene deseos de desprenderse de una de sus figuras principales, tal como lo manifestó Alfredo Stohwing, director de Blanco y Negro, concesionaria a cargo de manejar Colo Colo (en Chile existen las Sociedades Anónimas). No obstante, la realidad es que mucho también dependerá de la voluntad del jugador y de Vasco da Gama, institución dueña del 80 por ciento de su ficha.
De todas maneras, si las tratativas entre clubes entran en una enredadera y no prosperan, Boca baraja la alternativa de ejecutar la cláusula de recisión que le puso el elenco brasileño al mediapunta, ante lo cual Colo Colo no podría hacer nada. En caso de que esto se concrete, el elenco de la Ribera debería pagar los 5 millones de dólares del monto estipulado, lo que lo convertiría en el futbolista más caro de la era Riquelme.