En la madrugada del 6 de agosto, un llamado anónimo a la línea de emergencias 101 alertó a la policía sobre una persona merodeando en el interior del cementerio local de San Francisco. Al llegar al lugar, los agentes se encontraron con una escena macabra: una mujer de 36 años, con elementos de prueba en su poder, estaba al lado de una tumba abierta, con un féretro destrozado y un cadáver expuesto.

La mujer fue aprehendida de inmediato y trasladada a la sede policial, donde quedó alojada a disposición de la Fiscalía del 1° Turno, a cargo del Dr. Oscar Giecco. La investigación está en curso para determinar las motivaciones detrás de este espeluznante delito.

El cementerio local ha sido escenario de varios actos vandálicos en el pasado, pero nunca se había registrado un caso de desvalijamiento de tumbas tan grave. La comunidad de San Francisco está conmocionada por este suceso y exige justicia para los familiares de los difuntos.

La policía está trabajando arduamente para esclarecer los hechos y determinar si la mujer aprehendida actuó sola o si hay más personas involucradas. Mientras tanto, el cementerio local permanece cerrado hasta nuevo aviso.

La aprehensión de la mujer es solo el comienzo de una investigación que promete ser larga y complicada. ¿Qué llevó a esta persona a cometer un delito tan atroz? La respuesta solo se conocerá cuando se revele la verdad detrás de este espantoso suceso.