Las inundaciones provocadas por las intensas lluvias en la región sur de Brasil dejaron, al momento, 100 muertos. La información fue confirmada por Defensa Civil del estado de Río Grande do Sul. Además, las 128 personas desaparecidas están siendo buscadas.
Según Defesan Civil, las lluvias en la región dejaron a más de 163.000 personas sin hogar, afectando a 417 de los 497 municipios del estado y a más de 1,4 millones de personas.
El pronóstico no es alentador. El Centro Nacional de Monitoreo y Alerta de Desastres Naturales (CEMADEN) alertó por la posibilidad "muy alta" de "nuevas ocurrencias hidrológicas" en el sureste y suroeste del estado y en la capital, Porto Alegre.
Impactaron en las últimas horas las imágenes que muestran la capital cubierta de agua: el aeropuerto, el estadio de fútbol, las autopistas.
El presidente Lula da Silva sobrevoló el área afectada el pasado domingo. El mandatario dijo que el Gobierno federal "agilizará la entrega de todos los recursos necesarios" para la reconstrucción.
Por su parte, la empresa de investigación meteorológica MetSul indicó que las inundaciones en el sur de Río Grande do Sul probablemente aumentarán en los próximos días.
En línea con las interpretaciones que adjudican estas catástrofes -cada vez más frecuentes- a los efectos del cambio climático, el presidente Lula da Silva advirtió que las inundaciones en el sur de Brasil son “un aviso para el mundo”.
El presidente hizo anuncios de inversiones en infraestructura y prevención de desastres naturales por 18.300 millones de reales (unos 3.500 millones de dólares), para corregir décadas de ocupación desordenada y sin controles por parte del Estado.