El Grupo de Trabajo de Servicios Preventivos de EE. UU. (USPSTF por sus sigla en inglés) publicó esta semana nuevas pautas para la detección del cáncer de mama. Concretamente, aconsejan ahora que las mujeres comiencen a hacerse mamografías a los 40 años, como hasta ahora con una periodicidad de dos años.
La noticia cobra relevancia porque apenas en 2016, la misma organización había propuesto que las pruebas de detección del cáncer de mama comenzaran a los 50 años y continuaran cada dos años hasta los 74 años. Entonces recomendaron que cualquier persona de 40 años que quisiera hacerse la prueba hablara sobre los riesgos con su médico.
Las nuevas directrices, publicadas el martes en la prestigiosa revista médica JAMA (Journal of the American Medical Association), ahora recomiendan que las pruebas de detección del cáncer de mama comiencen a los 40 años y continúen cada dos años hasta los 74 años para atender mejor a las mujeres más jóvenes. Los datos más recientes, que abarcan de 2015 a 2019, muestran un aumento del 2 % en los diagnósticos de cáncer de mama por año entre mujeres de 40 años.
En Estados Unidos son varias las organizaciones nacionales que publican directrices sobre detección del cáncer: la USPSTF y la Sociedad Estadounidense del Cáncer son las más conocidas. Pero otros grupos, como el Colegio Estadounidense de Radiología, la Sociedad de Imágenes Mamarias y la Red Nacional Integral del Cáncer (NCCN), también publican y actualizan periódicamente pautas de detección del cáncer.
Esta última actualización se traduce en que la mayoría de estas organizaciones tienen recomendaciones convergentes. El Colegio Estadounidense de Radiología, la Sociedad de Imágenes Mamarias, el Colegio Estadounidense de Obstetras y Ginecólogos y la NCCN ya venían recomendando que las mamografías comiencen a realizarse a los 40 años para las mujeres con riesgo promedio.
Los porqués
El cáncer en general y el de mama en particular son campos de activa investigación y documentación permanente por lo que no debería sorprender que año tras año, nueva evidencia sugiera ajustes a medida que se compila y analiza la casuística y los ensayos clínicos que están en curso.
Por otra parte, también evolucionan los métodos de detección; en este campo por ejemplo, en los últimos años se ha incorporado la tomosíntesis digital mamaria, también conocida como mamografía 3D. Todo esto conforma un cuadro dinámico que exige una revisión sistemática de las recomendaciones.
En nuestro país
En la Argentina, según el Observatorio Global del Cáncer, la distribución de los casos muestra que en 2020 el cáncer de mama representó el 16,8% de todos los casos nuevos (22.024), y es el primero en mujeres. En segundo lugar se ubica el cáncer colorrectal.
En tanto, el cáncer de pulmón registró el mayor número de muertes, con 8.663 casos en 2021 y el de mama se ubicó en el tercer lugar, con 5.888 decesos.
Aquí la indicación del Ministerio de Salud de la Nación es comenzar los controles a partir de los 50 años, siempre que no se tenga antecedentes familiares. En contraposición, todas las sociedades científicas locales están alineadas y sostienen que los estudios para mujeres sin antecedentes familiares tienen que comenzar a los 40 años y deben realizarse de manera anual.
Incluso, las mujeres con antecedentes familiares cercanos deben practicarse los controles cinco años antes que la edad de aparición del cáncer en el familiar en cuestión. Es decir, si a una madre le diagnosticaron cáncer a los 40, la hija debería realizarse chequeos desde los 35.