En el Festival de Jesús María conviven públicos que están ávidos de expresiones musicales de la más variada diversidad.
Por eso, cuando llega uno de los artistas más convocantes del momento, como lo es Abel Pintos, más de 27.000 personas se congregan en un anfiteatro repleto de expectativas y gentes de todas las edades.
Es que el cantor de Bahía Blanca es un artista completo, que propone un repertorio que transita un sendero que va desde arreglos con aires folkóricos, hasta frenéticos ritmos emparentados con el pop, inflexiones casi rockeras y profundas baladas.
Momentos destacados fueron los de la interacción con el público, que le respondía coreando sus canciones, a todas las y cada una de las invitaciones de Abel, y cuando invitó a cantar a Magui Cullen, la cantora que abrió la noche de este sábado.
La locura se desató antes y después de clásicos como “De sólo vivir”, que sonó bien arriba, para luego que Abel dejara su guitarra y pidiera un aplauso para todo su equipo arriba y debajo del escenario, le dijo a su público que “Jesús María, esta ha sido una noche de esas que son como un sueño, que uno no sabe si es verdad o qué pasa… me encanta regresar y sentir el respeto y el cariño de todos ustedes, ver tantas caras conocidas de hace tantos años, ver niños acercándose por primera vez… gracias de todo corazón por este oportunidad constante de conectarme con todos ustedes…”
“Y La Hice Llorar” la canción de Los Ángeles Azules inició el tramo final del espectáculo del cantor que ya estaba emocionado.
El ritmo cuartetero tampoco faltó en este show de Abel Pintos cuando cantó “Que me falta todo” de Luck Ra, y sobre el final termino a capela junto a las miles de voces que no lo dejaron solo en una despedida con toda la magia.
Abel hizo un bis para dejar a toda la gente boquiabierta cuando interpretó “A-Dios” y cerró un concierto espectacular que vimos por Canal 10 y la TV Pública.
