Marisa Paredes, la destacada actriz española conocida por protagonizar múltiples películas de Pedro Almodóvar, falleció a los 78 años en la madrugada de este martes.
"La cinematografía española pierde a una de sus figuras más emblemáticas. Marisa Paredes deja un legado inmenso, con más de 75 apariciones en la gran pantalla", expresó la Academia de Cine Española a través de sus redes sociales. Cabe destacar que Paredes presidió esta institución entre 2000 y 2003.
Su inesperado fallecimiento, debido a un fallo cardíaco, conmocionó al mundo del cine y la cultura, generando numerosas reacciones de colegas, políticos y periodistas.
Profundamente afectado, Pedro Almodóvar declaró a Televisión Española: "Es como si la muerte hubiera roto las reglas de la existencia y jugado de forma desleal".
Una vida de película
Marisa Paredes, nacida en Madrid el 3 de abril de 1946, comenzó su trayectoria actoral a los 14 años y construyó una destacada carrera que abarcó más de 75 películas y numerosas obras teatrales.
Siempre orgullosa de sus raíces humildes, recordaba con cariño su infancia y adolescencia en una portería que su madre administraba en la capital española. Desde muy joven, sintió una fuerte vocación artística, aunque tuvo que superar la oposición inicial de su padre, Lucio, para estudiar en la Escuela de Arte Dramático de Madrid.
La preferida de Almodóvar
Debutó en el cine en 1960 con la película Esta noche tampoco y, poco después, incursionó en el teatro y la televisión. Su primera colaboración con Pedro Almodóvar llegó en 1983 con Entre tinieblas. Juntos trabajaron en otras icónicas películas como Tacones lejanos, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre, Hable con ella y La piel que habito, su última colaboración en 2010.
Por su estrecha relación profesional con el cineasta manchego, llegó a ser considerada una de las emblemáticas "chicas Almodóvar". En estas películas interpretó a mujeres marcadas por el dolor, pero llenas de dignidad y elegancia. Su interpretación del bolero Piensa en mí (con la voz de Luz Casal) como Becky del Páramo en Tacones lejanos sigue siendo uno de sus momentos más memorables.
Con otros directores reconocidos
Marisa Paredes también dejó su huella trabajando con destacados cineastas internacionales. Entre sus colaboraciones más memorables se encuentra su participación en la aclamada película tragicómica sobre la Segunda Guerra Mundial, La vida es bella, dirigida por el italiano Roberto Benigni, así como en El espinazo del diablo, dirigida por el mexicano Guillermo del Toro.
Además, trabajó con otros renombrados realizadores como el chileno radicado en París Raúl Ruiz Pino, Fernando Trueba, Amos Gitai y Arturo Ripstein, con quien protagonizó la adaptación cinematográfica de El coronel no tiene quien le escriba de Gabriel García Márquez.
Premiada y comprometida
Entre 2000 y 2003, presidió la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, un período marcado por controversias, especialmente por la oposición del sector cinematográfico a la guerra de Irak.
A lo largo de su carrera, fue distinguida con numerosos premios, entre ellos el Fotogramas de Plata a la mejor actriz de cine en 1991, el Premio Nacional de Cinematografía en 1996, la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes en 2007 y el Premio Goya de Honor en 2018.