En una reunión de media hora, el ministro de Economía Luis Caputo y la directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, volvieron a verse las caras frente a las negociaciones para un nuevo acuerdo que libere fondos para las arcas del gobierno argentino, pero con los condicionamientos sobre el programa económico que marcan los funcionarios del organismo internacional y un horizonte con las próximas elecciones norteamericanas en noviembre.
"Tenemos un objetivo que es pensar juntos como un equipo que es lo mejor para la Argentina", dijo Giorgieva después de salir del encuentro que mantuvieron en la sede del FMI, según informaron los periodistas acreditados.
Caputo llegó al edificio de Washington junto a dos lugartenientes: el secretario de Finanzas, Pablo Quirno, y el titular del Banco Central, Santiago Bausili.
Mientras que en representación del Fondo se encontraban Gita Gopinath -vicedirectora gerente del FMI- y Luis Cubeddu, quien tomó el control total del Caso Argentino tras la salida del chileno Rodrigo Valdés.
La última entrevista entre el titular del Palacio de Hacienda argentino y la economista búlgara fue el julio pasado cuando coincidieron en el G20 que se realizó en Río de Janeiro.
Entre las negociaciones que mantiene el gobierno argentino con el FMI figuran dos desembolsos correspondientes a las últimas revisiones del organismo y un posible nuevo acuerdo para el 2025 que podría sumar fondos frescos a las arcas del Banco Central.
En paralelo el equipo que dirige Caputo avanza sobre un REPO con bancos privados por un monto cercano a los US$ 3.000 y la renovación de swap por 5.000 millones de dólares.
Además el martes el Ministerio de Economía anunció un acuerdo con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Grupo del Banco Mundial por 8800 millones de dólares.
Sin embargo dentro de los cuestionamientos de los funcionarios del fondo figuran la salida del "cepo" y la unificación cambiaria. Aspectos que generan urticaria en la administración de Javier Milei.
Otro factor expectante para las especulaciones del gobierno es el resultado de las elecciones en las que se enfrentan Kamala Harris y Donald Trump para acceder a las llaves de la Casa Blanca.
La cercanía ideológica entre Milei y el candidato republicano hacen que que la administración libertaria guarde algunas fichas sobre un posible espaldarazo del septuagenario multimillonario.
