Las dirigencias políticas provinciales tienen una interpretación de la actual coyuntura: Javier Milei sostiene una alta popularidad en sus distritos y la presentación del Presupuesto 2025 es una oportunidad especial para la negociación. Es por eso que, a pesar del estilo confrontativo del Presidente, la disposición legislativa no es una grieta, sino una segmentación intrabloques que responden más a territorios que a partidos. A pesar de eso, la oposición encontró confluencias para convocar dos sesiones en ambas cámaras del Congreso.

La primera de ellas fue convocada por diputados de la Unión Cívica Radical, Encuentro Federal y Coalición Cívica para revertir el veto presidencial que recayó sobre la reforma jubilatoria sancionada en agosto. A estos partidos se le sumarían la izquierda y el peronismo, pero es en esta bancada -que ya sufrió el desprendimiento del bloque Independencia, constituida por tucumanos- y en el radicalismo donde recaen las mayores dudas de un apoyo homogéneo para alcanzar los dos tercios que se precisan confrontar al Ejecutivo.

Allí es donde ingresa el rol negociador del jefe de Gabinete Guillermo Francos, que tras superar la defensa de la gestión en el Congreso sin inconvenientes (es decir, no comprometiendo a ningún compañero de Gobierno, algo infrecuente en el ejercicio de poder libertario) revitaliza el contacto con las provincias donde el oficialismo cuenta con terminales: Corrientes, Catamarca, Neuquén, Salta, Misiones, Tucumán y Córdoba. Estas negociaciones repercuten concretamente en la indecisión del bloque de Innovación Federal, que cuenta con nueve votos.

En esos distritos es donde la UCR comenzó a insinuar alianzas con La Libertad Avanza, que aspira con absorber algunos votos opositores. Sin embargo, un legislador radical de esas provincias ratificó para Ámbito que rechazará el veto: “Salvo que surjan hechos nuevos, como compromisos de medidas de alivio a los jubilados. Si su voluntad es la de hasta este momento, no veo razón de apoyarlo”. La moneda está en el aire, pero la oposición asegura tener 160 de los 172 votos que necesitaría para alcanzar los dos tercios, cifra que puede modificarse por las ausencias. Las negociaciones por esos apoyos van desde libertarios desencantados hasta larretistas del PRO.

El rol articulador de Francos se pondrá en ejercicio este lunes, cuando se reúna con el titular del bloque del PRO, Cristian Ritondo. El plan de trabajo en conjunto con La Libertad Avanza atenuó la propia interna del PRO, que suma expresiones de cercanía con el oficialismo. Como expresión simbólica, se encuentran los informes de la Fundación Pensar, presidida por la diputada María Eugenia Vidal, que en julio planteaban que "la conflictividad está en aumento", "la situación social se agrava" y "el consumo aún no logra recuperarse", mientras que en septiembre matizaron las críticas desde el título de su editorial: “La inflación y la pobreza no son solo responsabilidad del Ejecutivo”.

“Ellos nos convocaron y no sabemos qué van a proponer”, dijeron a este medio desde el entorno de Ritondo sobre la reunión del próximo lunes, y aseguraron que reiterarán el reclamo por el decreto que limitó los pedidos de acceso a la información pública, demanda que fue replicada por proyectos de tres bloques distintos. En la reunión también estará el ministro Federico Sturzenegger, quien lleva con insistencia una batalla a favor de la desregulación y quien prometió en su asunción -en julio- la ley Hojarasca, un verdadero misterio para todas las bancadas, tanto como el Presupuesto 2025 que el propio Milei presentará el 16 de septiembre en el Congreso.

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