La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) lanzó una dura advertencia al Gobierno nacional ante la suspensión de fondos y alimentos para comedores comunitarios, subrayando que «la comida no puede ser una variable de ajuste». En un comunicado emitido este lunes, la CEA instó a que la asistencia llegue sin demora a comedores populares y organizaciones de la sociedad civil.
El texto, presidido por el obispo Oscar Ojea, enfatizó la importancia de garantizar que las familias más necesitadas reciban ayuda alimentaria sin dilación, destacando que «un plato de comida no se le niega a nadie». Esta declaración se produce en medio de las protestas y reclamos de movimientos sociales por la demora en la entrega de alimentos por parte del Ministerio de Capital Humano.
Los obispos argentinos reconocen la complejidad de la crisis alimentaria y subrayan la necesidad de anticiparse para evitar que la situación empeore. Además, hacen hincapié en la importancia de mantener la transparencia en la distribución de la ayuda, proponiendo programas auditables como el del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
La CEA destaca la labor de las organizaciones que brindan asistencia alimentaria y hace un llamado a la comunidad para trabajar juntos en la lucha contra la crisis alimentaria. En un momento en que la inflación afecta fuertemente el precio de los alimentos, los obispos insisten en que es necesario proteger a los más vulnerables, especialmente a niños, niñas, adolescentes y adultos mayores.