Catorce personas que se encontraba aisladas por haber participado de una fiesta no autorizada en un domicilio cuya propietaria era portadora de covid-19, a la semana siguiente organizaron otra fiesta.
Ante esta situación, desde el área salud del municipio se radicó la denuncia correspondiente ante las autoridades policiales de Balnearia.
La médica, Paola Garraza, contó la situación: «A pesar de que por todos los medios les estamos pidiendo a la población que no se reúna, porque estamos en una situación sanitaria muy grave, donde hay gente internada, estamos ante el grave problema de no conseguir camas para derivaciones es que pedíamos encarecidamente que no hubiese reuniones».
En relación a la primera de las dos fiestas, la médica dijo que «hubo una fiesta clandestina en un domicilio, en donde todo estaba cerrado, después nos enteramos que había unas veinte personas y lo más delicado es que luego se comprobó que la dueña de casa era una paciente positiva de covid-19, por lo cual se debió hisopar a todos los presentes».
La médica aclaró que esta persona aparentemente era una paciente asintomática ya que desconocía que portaba la enfermedad. «Por esta situación fueron catorce las personas aisladas a quienes ya se les realizaron los test e hisopados». La profesional agregó que esto generó malestar entre quienes debieron someterse al hisopado, «muchos se enojaron y ponían como argumento que eran todos trabajadores y que ahora debían faltar a sus ocupaciones, pero la responsabilidad es de quienes concurren a estas fiestas», graficó.